Cuerpo sombrío de soñador ungüento
última esperanza enmudecida,
donde se creman prohibidas cartas
de recuerdos fantasmas
rociados por lívidas boca calles.
Temporal a destiempo,
donde las horas se desgranan,
en un aire de palabra esclavizada
como desaguados jazmines indefensos.
Grifo de sueños olvidados
hilándole al clavel no siempre ardido,
entre labios y vuelos desligados.
Bostezos que se estiran impotentes
atravesando fútiles sueños descolgados
extraña voz de abismos,
seniles del olvido,
mudan sombras.
Palabras como garzas
se despeinan indolentes angustiadas
crepitan, redimidas, trepan ….
¿como vaciar armarios de designios?
Que bonito poema.